jueves, 3 de abril de 2008

No se vayan todavía, una y más (y las que quedan)

Esta foto va a dar que hablar:

Aquí tenemos la fuente:
http://buddhism.kalachakranet.org/chinese-orchestrating-riots-tibet.htm

donde reza al pie: This is not an uncommon 'tactical move' from the Chinese government, as could be seen on the back-cover of the 2003 annual TCHRD Report. This photo was apparently made when soldiers were ordered to put on robes to play as actors in a movie.

En cristiano: Esto no es un 'movimiento táctico' poco común del gobierno Chino, como puede verse en la contraportada del anuario de 2003 de TCHRD Report. Esta foto se hizo aparentemente cuando se ordenó a los soldados ponerse túnicas para actuar en una película.

TCHRD es el acrónimo de The Tibetan Centre for Human Rights and Democracy.

Cambia el texto y pon al lado de la foto algo como: «Londres, 20 de marzo, el GCHQ, la agencia gubernamental de comunicaciones que vigila electrónicamente a medio mundo desde el espacio, ha confirmado la acusación del Dalai Lama según la cual los soldados del Ejército Popular de Liberación chino, disfrazados de monjes, provocaron las revueltas que mataron o hirieron a cientos de tibetanos…»

VOILÀ!

¿Nadie se pregunta qué interés mueve a mentir así?

Más sobre ello en:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=65488

miércoles, 2 de abril de 2008

Algo huele a podrido...

... y no es precisamente mi culo.

Ya sé que dije que no me molestaría en ahondar más en el conflicto tibetano, pero resulta que aparecen hoy en rebelion.org dos artículos al respecto que no tienen desperdicio:

Provocación en el Tíbet:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=65416

Parece que el amigo Tenzin Gyatso recibió un cursillo acelerado de filosofía occidental, por afán ecuménico imagino. Así aprendió el american way of lying, la adaptación literal de aquel sabio versículo bíblico de "que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha", e investido de autoridad moral nada dice del regimen inquisitorial al que tenía sometido a un pueblo, de la revolución violenta y patrocinada (por adivina quién y por qué) que mandó desencadenar cuando los malditos comunistas quisieron pedirle cuentas de su teocrático gobierno.

Y una muestra más del viejo y sencillo método "haz que sea verdad", esto es: cualquier texto recitado en el tono de indignación adecuado, sobre cualquier fotografía o vídeo de fondo que pueda ilustrar el recitado, aunque estén manipulados, aunque pertenezcan a hechos diferentes, atomáticamente se convierte en cierto.

Ejemplos de manipulación informativa sobre el Tíbet:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=65420

Busque (http://es.wikipedia.org/wiki/T%C3%ADbet, por ejemplo), compare, ate cabos, y si encuentra algo mejor, dígalo.

lunes, 31 de marzo de 2008

Down II: A Bustle In Your Hedgerow...

Pasada la resaca de los 90's, 2002 me pilló en pleno desencanto, empezando una inmersión desesperada en las aguas estancadas y densas del stoner y los refritos del rock alternativo en busca de algo que en qué creer, escuchando (he de reconocer que superficialmente la mayoría de las veces) montones de discos a la espera de un nuevo "Sky Valley", un "Dust" que se me hubiesen escapado, cosas que me hiciesen temblar... para acabar desilusionado y con la sensación de estar buscando piedras filosofales inexistentes. Los últimos años de los 90's fueron duros musicalmente hablando, el grunge estaba muerto, Faith No More me defraudaron ("Album Of The Year" me resultó frío e insustancial), Tool no acababan de sacar disco, y cuando lo hicieron, la sensación de hastío fue enorme (supongo que es problema mío, que la -quisiera creer que aparente- monotonía de "Lateralus" me cansó rápidamente y no supe darle las suficientes oportunidades para que creciese dentro de mí, aunque cosa mía o suya mi problema con ellos persiste hasta hoy, y ya no tengo ni ganas de escuchar "Aenima"), Monster Magnet sacaron el aclamado "Powertrip" que sin embargo no era lo que yo estaba esperando de ellos, los Black Crowes sacaron "By Your Side" y "Lions" que aún siendo buenos no me emocionaban, PJ Harvey jamás haría otro "To Bring You My Love"... por diversas razones tampoco se podía confiar ya en valores seguros: Sepultura se vinieron abajo justo en su cima creativa, Slayer estaban estancados, ¿Pearl Jam?, ¿¿¿Metallica??? No fucking way! Sí, aparecían discos que no estaban mal, descubrí a los Allman Brothers, las conexiones a internet que teníamos entonces ya me permitían conseguir algunas cosillas que no pude encontrar antes, pero sea como sea yo estaba sin dirección, la música actual ya no me tenía en vilo, la gran mayoría de los discos terminaban por quemarse o por aburrirme y no significar nada al cabo de cierto tiempo, y creyendo descubierto y asimilado el rock de los 60's/70's que podía gustarme (pobre de mí, menos mal que me equivocaba), no sabía por dónde seguir explorando el pasado... ¿La música clásica, el jazz quizás? Lo cierto es que mi curiosidad y mi capacidad de ilusionarme estaban bajo mínimos, y supongo que mis circunstancias vitales jugaron un papel determinante en aquellos años, ya sabéis: tu primera relación seria no estaba cumpliendo las espectativas de aquella cosa maravillosa que creías que era el amor, te frustras buscando trabajo y te sientes como la mierda porque sospechas que estás conduciendo a tu vida hacia un triste cementerio de coches...

Y en estás llegó Down II. Al enterarme de que estaban de nuevo haciendo música las espectativas empezaron a crecer hasta límites insospechados. Las particulares circunstancias en que se gesta despiden un tufo a leyenda: un monstuo de 5 cabezas encerrado 28 días en un agujero siguiendo una estricta dieta a base de sustancias psicotrópicas... Zepp way of life! Recuerdo haber leído en el Popu la crítica que le dedicaban y parecía que mis esperanzas serían colmadas. Cuando por fin "Where I'm Going" bajó el primero del difunto Audiogalaxy al pc de un amigo y pude escucharlo mi sensación fue como, woooooooaaah... qué maravilla! Ese sonido viejo y vivo, como si estuviesen tocando delante mío, guitarras acústicas densas y oscuras y una interpretación sobervia de Phil Anselmo, me cortaban la respiración, no podía parar de escucharla una y otra vez. La sensación debe ser lo más cerca a estar bajo la lluvia o en medio de la niebla en un pantano de Louisiana. Además aquello se parecía mucho a lo que mi cabeza imaginaba y ansiaba escuchar por aquel tiempo (supongo que cualquier amante/freaky de la música sabe lo que es esa sensación), así que ya podéis imaginar cómo mi excitación crecía y crecía cada segundo.

Cuando por fin tuve el album en mis manos y dió comienzo el ritual, según avanzaba la épica "Lysergik Funeral Procession" yo rozaba el cielo. Un riff brutal, con un gancho tremendo, una base rítmica apoteósica, Anselmo cantando con furia una declaración de puro nihilismo: el opener perfecto... Pero a medida que transcurren las primeras canciones, una sensación extraña, incómoda, va creciendo dentro de mí. Me resulta muy difícil explicar qué es exactamante lo que falla, las canciones en general mantienen el nivel, sin embargo el espíritu de "A Bustle In Your Hedgerow..." ya no es el de "Nola". A este respecto pienso que se trata del mismo problema de siempre. Algo similar a lo que ocurre entre "Deliverance" y "Wiseblood" de COC, o entre "Dopes To Infinity" y "Powertrip" de Monster Magnet. Y a pesar de que soy de los que piensan que una banda debe evolucionar, no repetir esquemas, explorar sus potenciales y etcétera, cuando aparece un disco que por alguna razón te va agarrando despacio hasta conquistarte por completo, uno siempre espera con ansia el siguiente, y cuando este aparece, y a pesar de que considerado desde términos más o menos objetivos tenga una calidad indiscutible, no se ajusta a esas espectativas indefinibles, circunstanciales, a esas ansias de escuchar determinados patrones, o determinado sonido, la desilusión inicial es inevitable.


En "A Bustle..." Down es una banda muy diferente a la de "Nola". En mi poinión el agente crucial es Rex Brown, que sustituye a Todd Strange (realmente ocupa su vacío, porque fue Kirk Windstein quien se encargó de grabar el bajo en "Nola"), y como cabe esperar habida cuenta de las habilidades que Rex muestra en Pantera, ello no hace más que reforzar enormemente una base rítmica que en "Nola" recae prácticamente sobre Jimmy Bower. Ahora el sonido de bajo está al frente en la mezcla, la batería suena como el trueno: la base rítmica es infinitamente más poderosa. El resultado de esta nueva química es que Down se afila y se vuelve ultra heavy, y el sonido mucho más clásico de "Nola", más atractivo para mí, es historia.

El material es más rudo, mucho más pesado, y definitivamente hay un puñado de temas muy buenos: las propias "Lysergik Funeral Procession" y "Where I'm Going", las tremendas "Ghosts Along The Mississippi" y "New Orleans Is A Dying Whore", o el grandioso final de "Landing On The Mountains Of Meggido" que por si solo hace que todo el disco merezca la pena. Hay momentos curiosos: metal psicodélico (?!) en "Beautifully Depressed", "Stained Glass Cross" con ese hammond omnipresente, la torturada "Learn From My Mistake", o el onírico interludio... Y está el resto, que sin llegar a la categoría de filler hace cojear al conjunto y resultaría prescindible si no fuese porque hace que se mantenga una trementa cohesión. Los elementos característicos que hacen de Down un grupo tan especial siguen presentes: riffs que se superponen, guitarras que tejen densos licks, un cantante con un registro emocional variado y una solidez sin fisuras, y una base rítmica más que competente (y más hard rockera que metálica). En resumen, se trata de disco muy bueno que sin embargo palidece comparado con su predecesor, lo que quizá sea su mayor handicap.

Visto con perspectiva, cinco años después y tras la reciente publicación de "Over The Under", "A Bustle..." ya no es el disco que debía volarme la cabeza, se ha convertido en un buen artefacto para cuando tengo la necesidad de un viaje a ninguna parte... Una comparación que me viene a la cabeza podría ser el último disco de Alice In Chains. Como este, "A Bustle..." da la impresión de ser musicalmente muy variado, introspección y agresividad se suceden y realmente te mueven sin que parezca que haya nada fuera de su sitio, todo fluye con una naturalidad propia, pero tras decenas de escuchas siempre me queda la sensación de monotonía, y a diferencia de "Alice In Chains" aquí hay algo que parece que no acaba de encajar, como si el resultado de la suma de las partes siguiese una matemática maldita y no llegara al valor lógico esperado.

Sobre el conflicto tibetano

En una entrevista a James Petras aparecida en rebelion.org leo lo siguiente:

El Dalai Lama está trabajando con el gobierno norteamericano, en particular con la CIA, desde los años '50. Hay un libro publicado por una Universidad de Kansas, de un profesor experto en Tibet y un ex director operativo de la CIA que funcionaba en esta misma región, donde con mucho orgullo cuentan donde ellos financiaron el levantamiento del '58, aquella rebelión de los tibetanos y cuentan cuánto pagaban al Dalai Lama para dirigir y ampliar este levantamiento. Para nada es un pacifista, es un gran hipócrita. Cuando quemaron tiendas y mataron civiles chinos en el capital de Lhasa, no mencionan que los rebeldes utilizaron violencia bajo su dirección. Él se proclama pacifista, dialoguista, pero mientras recibe dinero del gobierno norteamericano, fomenta la violencia y después denuncia la respuesta del Estado defendiendo la propiedad y la vida de los chinos colonizados en el país. Hay que decir una cosa. La edad de mortalidad, los años de mortalidad antes de la reincorporación a China del Tibet, era 30 años. La gran mayoría de los campesinos eran siervos de los templos de los budistas. No existía ninguna libertad de expresión, ninguna capacidad de alimentar la familia. Era una sistema semi esclavo, semifeudal teocrático. Y después de los chinos no hay ninguna duda, de ninguna fuente internacional, que el standard de vida ha crecido geométricamente frente a lo que existía bajo el mando de la teocracia. Nunca habían elegido, vivían de la mistificación de los pobres y ahora no hay ningún tibetano que pueda decir que no vive mejor. Ahora, que los chinos utilizan mano dura, que han limitado algunas expresiones espirituales, es inaceptable. Pero de hecho, no es razón para tratar de provocar una crisis. Este levantamiento en este momento es una política de Estados Unidos de desprestigiar a China frente a los Juegos Olímpicos. Hay un sector en Washington, que son militaristas, en la Casa Blanca que están tomando esta medida para enojar a los chinos, presionarlos y provocarlos. Si China decide mañana tomar medidas de represalias y tira en el mercado algunos 500.000 millones de dólares norteamericanos, la economía norteamericana va a caer abruptamente. Deben tener cuidado porque China también tiene palancas para represalias, y hay un límite. Los chinos demuestran enorme paciencia frente a los levantamientos, violencia, provocaciones y acciones de desprestigio. Peor pueden ir demasiado lejos y los burócratas chinos pueden tomar una medida, un lockout sobre la economía norteamericana tan precaria, con un dólar tan debilitado en este momento. China que está apoyando a los EEUU en esta crisis, sin el apoyo de China, conservando dólares cada vez más debilitado, el futuro de la economía norteamericana va a las cenizas. Ojalá que vendan dólares. A pesar de que esto me va a empobrecer yo creo que se merece un golpe de este estilo para dar un poco de sensibilidad a los militarista norteamericanos a ver cómo van a funcionar cuando necesitan tres dólares para comprar un Euro.

No he contrastado los datos que aporta Petras, y no creo que lo haga. Políticamente, el Tíbet es muchas cosas, y entre ellas un cadáver que tras 50 años oliendo mal, interesa desenterrar ahora, y no me importa tanto como para dedicarle más tiempo. Me pregunto qué ocurriría si el Tíbet estuviese situado en la franja de Gaza. La parte de la fiesta que más me interesa no es la maniquea, sino las implicaciones del supuesto interés de los EEUU en algo así, que no pasa de ser un frente coyuntural en la lucha contra China para asegurarse un nuevo siglo de supremacía mundial. Creo que a falta de información contrastable, desde aquí lo único que se puede hacer es exigirla antes de aceptar la lógica del "y menos mal que Saddam Husein ha caído, hay un dictador menos en el mundo" ¿Se acuerdan? Pero la hora es grave, no están los fans de los Derechos Humanos peleando por la libertad de establecer franquicias de McDonnalds en territorio tibetano. Precisamente, creo.

El gobierno de EEUU y la oligarquía a la que protege no se caracterizan precisamente por su respeto a los Derechos Humanos. Más bien siguen esa filosofía protestante que tan capitalizables resultados produce: "el fin justifica los medios puesto que el éxito es la manifestación material de la aprobación divina".

Esta máxima (aún) carece de validez moral para muchas personas, pero la lógica de lo políticamente correcto, ese gran invento de finales del siglo XX, es un artificio que asegura el triunfo ante cualquier opinión pública.

Una de dos:

Una: por una vez no estamos hablando de un fin justificando un medio, sino de un fin justificado por un medio. "Los medios justifican el fin" ¿Sería menos culpable de robo alguien que para llevar a cabo más fácilmente su delito utilizase muestras de solidaridad y comprensión, y que aliviase materialmente a un tercero que tuviera problemas graves con su víctima, otro ladrón? Ante un único juicio permitido, que lejos de querer descubrir el delito de ambos presuntos ladrones, quisiera únicamente al más ladrón entre ambos, ¿quién llevaría las de ganar sin considerar más pruebas (de que no aparezcan más pruebas se encargarían los medios de comunicación a disposición de los acusados)? ¿Qué historial de presuntos robos quedaría limpio y cuál doblemente manchado por la sentencia?

Al fin y al cabo, la competitividad es un valor en alza, sólo puede quedar uno. Al fin y al cabo, ¿a quién le interesan los detalles? (¿A quién le interesa que no nos interesen?)

Dos: no sé cuán legítima es la autodeterminación del Tíbet. En lo que a mí respecta, cualquier colectividad, incluída la individual, tiene derecho automático a autodeterminarse siempre que sus determinaciones no coharten el derecho de autodeterminación de otra colectividad. Y también, el símbolo no es el objeto. Si es cierto lo que cuenta Petras sobre el trato de semiesclavitud al que estaba sometido el pueblo tibetano independiente bajo la teocracia budista, ¿qué legitimidad tiene el Dalai Lama para erigirse en representante del pueblo tibetano? ¿No sería mejor contar la verdad al mundo e impulsar un referendum para conocer la opinión del pueblo tibetano al respecto de su condición? Supongo que esto interesa tan poco al Gobierno Chino como, pongamos por caso, un referendum sobre la autodeterminación del País Vasco al Gobierno Español.

Va a ser que todos los colectivos son iguales, pero hay colectivos que son más iguales que otros. Todo depende de quién los patrocine y quién niegue sus derechos como colectivos.

Y también va a ser que todos los quienes son iguales, pero unos quienes más que otros. Todo depende del cristal con que nos hagan mirarlo los medios de comunicación de quien.

martes, 23 de octubre de 2007

Vallenbrosa "Hessian Mercenaries"


Hace unas semanas estaba yo mirando por qué derroteros se movían actualmente Sepultura et al. Resulta que hace poco me dió por volver a escuchar "Chaos A.D." y como me suele pasar en estos casos, la cosa me llevó a alguna pajilla mental aprovechando la coyuntura: desde dónde llegaban hasta ese punto, a dónde se dirigieron después, los caminos que siguió cada parte tras la diáspora, y de qué modo influyó este disco en concreto al mundo del metal. Estas reflexiones darían para unos cuantos posts, pero hoy por hoy ni ganas... Sea como sea después de algunas vueltas acabé en su myspace, por escuchar unos temillas y tal, y entre las referencias que por allí había no sé porqué me llamó la atención la de unos tales Vallenbrosa que andaban teloneándolos.

Así que me dirigí a su página y por curiosidad me puse a escuchar los temas de este "Hessian Mercenaries" que ponían a disposición del personal. "The Hessian" comienza con un lick de batería y un sencillo riff sobre el que el cantante recita unos enigmáticos versos, y en seguida da paso al riff cabalgante sobre el que se construye la estrofa. Lo mínimo que se puede decir es que en unos segundos captan la atención de cualquier aficionado al metal, suenan muy bien, claros como el cristal, compactos, actuales pero a la vez te dejan como un regustillo a conocido. La parte vocal es un curioso híbrido entre James Hetfied y Mike Patton, con un componente melódico importante. La música no hace más que afianzar esa sensación de novedad a la vez que recuerda a algo que se podría formular como una extraño cóctel de Pantera deshuesada (la batería suena a puro Vinnie Paul), Slayer sin espinas, y una buena dosis de heavy clásico (el primer referente que me viene a la cabeza es Iron Maiden), y unas pinceladas de metal alternativo 90's if you know what I mean. ¿A alguien se le había ocurrido algo así antes? Bueno, toda la mierda nu-metal que tenemos que aguantar en estos tiempos posee alguno de estos ingredientes en mayor o menor medida, exceptuando el hecho de que estos tipos son bastante más competentes que la media haciendo sonar lo que tienen entre las manos, que el tipo que canta sabe lo que se hace, que no se echan en falta buenos solos, que no escucharás un jodido sample ni tienen a ningún pintón haciendo el subnormal tras unos platos, y en fin, que por lo oído parece que tienen bastante claro que el rock no empezó con "Nevermind" ni murió con Marilyn Manson.

Escuché los 3 temas como 15 o 20 veces sin exagerar y al final decidí encargar "Hessian Mercenries" de 2006, y también "Silenced" del 2004, y un par de semanas después estaban en el buzón junto con una cutre pulserilla de goma. De momento estoy concentrado en "Hessian Mercenaries" y dejaré "Silenced" para más adelante.

Las canciones poseen una estructura bastante lineal en un sentido clásico, no esperes cambios de ritmo abruptos ni florituras progresivas, pero son buenas y ciertamente no suenan a nadie más. El nivel se mantiene a lo largo de los escasos 35 minutos que dura el disco, en general el tempo es rápido sin llegar a rozar el trash, y bastante constante de unas piezas a otras. Lo que se puede escuchar en su web es bastante representativo de lo que hay en el disco. También hay sitio para bonitos interludios instrumentales ("Wings On The Floor", el principio de "A Smooth Rejection") y para una balada ("Nothing Solved"). Mi favorita por ahora sigue siendo "The Hessian", y le sigue muy de cerca "Small Town Blues" que hacia la mitad deriba en un riff mastodóntico que sirve de base un solo cojonudo con el que prácticamente acaba el disco.

Saliendo de lo estrictamente musical, resulta que estos tipos son ingleses, y viendo como funcionan las cosas por allí, eso podría explicar que aún no hayan fichado por ninguna discográfica. No puedo decir que lo que hacen sea my cup of tea, cuando de metal se trata lo mío tiene más que ver con el stoner, el heavy blues marrano o mierdas super técnicas pasadas de moda como el death progresivo de principios de los 90's, pero Vallenbrosa me han sorprendido muy gratamente, son el tipo de banda que cabría en el catálogo de Relapse, Nuclear Blast o SPV y no alcanzo a comprender cómo es que no se los están rifando, porque con un poco de marketing tienen potencial más que de sobra para jugar en primera división y hacer una buena cantidad de pasta. En todo caso pueden enseñarle a más de un punk rocker de postín lo que significa eso de 'do it yourself', porque de momento se lo están montando de puta madre ellos solitos. Hands down.

viernes, 19 de octubre de 2007

¡Qué marcha que llevas Dalai!


El miércoles pasado estaba yo viendo Muchachada Nui y al acabar, por descuido que conste, se me coló el insidioso telediario que viene después. Y manda cojones: pues no ha ido el puto Dalai Lama a los USA a recibir la medalla del Congreso, y el tío ahí tan pincho entre flashes y ovaciones, juntando las manos en son de paz y con careto en plan cordero degollado/vengo a iluminaros hijos míos, al lado de ese personaje de todos querido y amigo de los niños George W. Bush.

Sin previo aviso, y fíjate tú a qué horas, dentro de mi cabeza los engranajes se pusieron a girar y sensaciones, sentimientos y pensamientos eran fabricados a una velocidad que hacía imposible su proceso y quedaban apilados de cualquier manera entre los pliegues de mi quijotera.

Hoy estoy felizmente recuperado tras las labores de limpieza y tal. Sólo me queda redactar el informe, la jodida burocaracia es lo que tiene. Ahí va:

Si me preguntan sobre budismo, todo lo que puedo hacer es soltar idioteces resultado de agitar los retazos de pensamiento que por ahí andan fruto de alguna que otra lecturilla y el visionado de toda la serie de Kung Fu en mi tierna infancia, vamos que ni puta idea. Pero no sé porqué me hacía yo que los monjes estos van de místicos, que si meditación, que si ascetismo... Luego está lo de la reencarnación, que hasta en pequeño saltamontes te pudes reencarnar como te portes mal, y por eso algunos no salen en verano por no pisarlos, que toda vida es sagrada, y eso. Y siendo así, pues no sé, que me caían bien de buenazos que parecen, y porque a mí el rollo de la espiritualidad me va. Entonces me pregunto yo: ¿qué coño ha ido a hacer el calvo ese al Congreso de los EEUU? ¿Pero es tonto, o es que ya directamente es la misma mierda que el resto?

Ya, si soy el primero en reconocer que soy un ingenuo, pero se me llevan los demonios. ¿Cómo es posible que alguien que se supone que es un guía espiritual, dedicado al autoconocimiento, la búsqueda interior, la trascendencia espiritual y demás, se preste a semejante pantomima? Porque vale, todo el que tenga ojos y quiera ver sabe que George es un pobre miserable que representa a toda la pandilla de hijos de la gran puta a la que montajes como este le vienen como anillo al dedo para lavar su imagen de grupo salvaje de proyección internacional, a parte de justificación moral, engorde de ego y todo lo que se quiera, pero ¡coño Dalai! ¿Tú también hijo mío? Reivindicas la autonomía del Tíbet sabiendo que a parte de lo malo que es el gobierno chino con tu pequeño país y sus habitantes, el poco respeto que tiene por esos dichosos derechos humanos que tanto cabrón utiliza en su discurso para poner en evidencia al otro cabrón, lo vas a poner en boca de un gobierno imperialista que tiene un pingüe interés en ensuciar la imagen de China. Bieeeen, haces tu jugada, te pones su medallita y te callas como una puta sabiendo que esos mismos que te han hecho el lío huelen igual de mal o peor. Para eso Buda seguro que tenía varias palabras, porque lo de no juzgar está muy bien, pero hay cosas que claman al cielo. Pero nada, tú tan agusto, repartiendo bendiciones y cachetes cariñosos a estrellitas de Hollywood.

Nada tío, que si como lider espiritual eso es lo que ofreces a los millones de seres que poblamos la Madre Tierra, hacerte la foto al lado de los que nos chupan la sangre y se la están cargando, así te den por el culo una manada de bueyes sagrados puestos en fila, a ti y a tus nuevos amigos.
Ooommmmmmmmmmmmmmm
...

martes, 16 de octubre de 2007

Down I

Me prestaron "Nola" al poco de aparecer. Yo estaba de lleno en cosas como Soundgarden, Alice In Chains, Blind Melon, Screaming Trees, Faith No More, Red Hot Chili Peppers, Black Crowes, Monster Magnet, bla bla bla y demás buena mierda típicamente 90's... Mi corazoncito de metalhead adolescente, después de haber quemado (algunas literalmente) hasta la saciedad todas aquellas preciadas y escasas cintas de Iron Maiden, Metallica, Anthrax, Sepultura, Kreator, Death, Pestilence, Napalm Death, etc. estaba transformándose. A la vez que poseído por el grunge y el rock alternativo, lo que se llama un muchacho de su tiempo, vaya, ya estaba empezando a bucear en el pasado: las cintas de Led Zeppelin empezaban a ser revisitadas con una frecuencia creciente, los primeros Black Sabbath se iban haciendo enormes dentro de mí y estaba convirtiéndome en orgulloso poseedor de sus discos originales (difícil tarea encontrarlos en aquellos días, cuando aún no eran lo más de lo más), acababa de enterarme que había una cosa llamada British Invasion y me pasaba horas manchándome los dedos de polvo y dando el coñazo en los saldos en busca de cds (o cintas, o vinilos, lo que fuera) de los primeros Fleetwood Mac, de John Mayall, de Alexis Corner, los Yardbirds... De rebote me dió por investigar eso que se llama el Blues e iba descubriendo que Lightnin' Hopkins, Muddy Waters, John Lee Hooker, Leadbelly y sobre todo Robert Johnson me volaban la cabeza, aunque había otros "clásicos" que ni con calzador (por ejemplo el puto B.B. King). Y qué decir de los pioneros, Little Richard, Elvis, Eddie Cochran, Buddy Holly, Chuck Berry... Ahhh, definitivamente fueron tiempos de exhuberancia musical.

Seguramente aún sólo tenía "Far Beyond Driven", grabado en una cinta que aún conservo, de cromo eso sí (en aquel tiempo ese honor solía estar reservado para los que discos que por una u otra razón -casi nunca demasiado lógica- yo juzgaba importantes al momento de grabármelos). La relación que siempre he tenido con aquel artefacto es curiosa: a pesar de que cada escucha me epataba, nunca ha llegado a cansarme porque no he tenido la necesidad de recurrir a él (ni a Pantera) muy a menudo. Me encantan, y "Far Beyond Driven" es especial, porque fue lo primero que escuché de ellos y porque es una masacre, una jodida salvajada llena de buenísimas canciones interpretadas a la perfección, el disco en que para mí Pantera acabaron de definir su sonido. Pero qué vamos a hacer, por lo que sea no puedo decir que Pantera tengan un lugar importante dentro de mí. COC, concretamente "Deliverance", ya eran otra cosa. Tenía debilidad por aquel disco, muchísima. Aquellos riffs secos, oscuros y efectivos, los solos con sabor clásico, las melodías que cantaba Pepper, interludios instrumentales deliciosos... En fin, yo lo consideraba un disco redondo, insuperable, de eso sí que quería yo más.

Recuerdo haber visto "Nola" en una tienda a cojón de mico, esa portada sobria y amenazadora, el Jesucristo fumeta superguay de la contraportada, con aquella pegatina que lo vendía como el proyecto de Phil Anselmo y Pepper Keenan, y pensar "Ummmh, ¿me arriesgo?" Por aquel entonces, comprar un cd que no fuese serie media suponía pasarse el resto del mes racionando el tabaco y las cervezas, y había que elegir entre varias opciones, además del obligado capital reservado para las cintas. Vete a saber, quizá el presupuesto de aquel més lo gasté en Sonic Youth o mierda por el estilo. Algún espabilao se haría con él y yo no volví a verlo por las tiendas hasta unos cuantos años después. Bueno, tras esta introducción, para describir las circunstancias que rodean mi primer contacto con Down, a lo que iba: el colega de un colega me lo prestó, bajé a por una TDK de 60, fotocopié el artwork, lo grabé, y lo escuché algún día en el walkman sin esperar demasiado... y aquello sonaba cojonudo, joder que sí. Pero nada más (ni nada menos!)... De momento.

Como mi interés por el grunge y el rock alternativo, el descubrimiento de los grandiosos 70's, el blues y el rock and roll 50's ocupaban mi horizonte musical, la adicción a "Nola" se fue gestando lentamente, a base de escuchas casuales, cuando me acordaba de que existía. Las comparaciones con "Deliverance" fueron inmediatas, era básicamente ese maravilloso sonido que tanto me gustaba, pero en seguida "Nola" salió ganando por toneladas de puntos. Quizá no me resultase tan inmediato, pero esos riffs fumados, los complejos juegos de guitarras, la batería de Jim Bower, y el hecho de que Phil Anselmo no se dedicase sólo a berrear, sino también a cantar con... emoción, joder! de un modo que me ponía los pelos de punta, unas letras oscuras, enigmáticas, melancólicas, hacían que al acabar el reprise de "Bury Me In Smoke" estuviese tan flipado que simplemente daba la vuelta a la cinta para empezar de nuevo.


Una década después no me he cansado de "Nola", pertenece a esa rara categoría de discos que me sigue gustando tantísimo como esa vez en que por fin admites lo grande que es pero aún te faltan unas cuantas escuchas para tener la impresión de que te lo sabes de memoria. Aún sigue siendo no sólo mi disco favorito de entre todos los que he escuchado de los otros grupos de esos cinco tipos (por tirarme el moco y de paso poner en antecedentes al personal, a parte de Pantera, COC y los propios Down, Superjoint Ritual de Anselmo y Bower, Crowbar de Kirk Windstein, y Eyehategod y Mystick Krewe Of Clearlight de Bower), sino uno de los 10 discos de mi vida. Uno de esos a los que no les sobra ni falta nada, que es más que la suma de una colección de canciones absolutamente perfectas, uno de esos discos en los que la sensación de pérdida al acabar cualquiera de sus canciones se integra perfectamente con la emoción que crece cuando suenan los primeros segundos de la siguiente, de esos que milagrosamente no tienes nada que objetar a su producción (o casi, ese bajo...), porque te encanta. En fin, que podría deshacerme en elogios durante unos cuantos párrafos más hablando de cada una de sus canciones, de cantidad de momentos que soy capaz de escuchar en mi cabeza desde hace unos años, como cuando "Temptation's Wings" termina de arrancar, de los grandiosos riffs de "Lifer", de las guitarras en "Pillars Of Eternity" (qué cojones, en todas!), de como Phil Anselmo lo da todo en "Rehab", de la preciosa "Jail", del "Sweet Home Alabama" del metal que es "Stone The Crows", del final apoteósico de "Bury Me In Smoke"...

En su día el Popu lo defenestró con un miserable 4 arguyendo que eran una copia de Black Sabbath sin personalidad o algo así. Para mí no se trata simplemente de Black Sabbath... Sí, es ante todo el culto del riff todopoderoso, pero es mucho más que eso: son dos guitarras perfectamente compenetradas que esculpen riffs que se entrelazan armónicamente a la perfección, que se recrean en juegos solistas tan característicos de Thin Lizzy, interpretados con un espíritu deudor del más puro southern rock con algo más que una pizca de heavy metal; es un vocalista más que sobresaliente ofreciendo su interpretación más emotiva hasta la fecha, con un resultado que posee la proporción perfecta entre melodía y agresividad que necesita un disco como este; es un batería que apunta unas maneras originales y poderosas, que podría considerarse heredero del gran John Bonham; y sobre todo canciones enormes y llenas de emoción, que no suenan sino a Down y fluyen de un modo perfecto... Y para qué seguir, creo que llega un momento en que la música se explica por sí misma y las palabras empiezan a sobrar.