lunes, 31 de marzo de 2008

Down II: A Bustle In Your Hedgerow...

Pasada la resaca de los 90's, 2002 me pilló en pleno desencanto, empezando una inmersión desesperada en las aguas estancadas y densas del stoner y los refritos del rock alternativo en busca de algo que en qué creer, escuchando (he de reconocer que superficialmente la mayoría de las veces) montones de discos a la espera de un nuevo "Sky Valley", un "Dust" que se me hubiesen escapado, cosas que me hiciesen temblar... para acabar desilusionado y con la sensación de estar buscando piedras filosofales inexistentes. Los últimos años de los 90's fueron duros musicalmente hablando, el grunge estaba muerto, Faith No More me defraudaron ("Album Of The Year" me resultó frío e insustancial), Tool no acababan de sacar disco, y cuando lo hicieron, la sensación de hastío fue enorme (supongo que es problema mío, que la -quisiera creer que aparente- monotonía de "Lateralus" me cansó rápidamente y no supe darle las suficientes oportunidades para que creciese dentro de mí, aunque cosa mía o suya mi problema con ellos persiste hasta hoy, y ya no tengo ni ganas de escuchar "Aenima"), Monster Magnet sacaron el aclamado "Powertrip" que sin embargo no era lo que yo estaba esperando de ellos, los Black Crowes sacaron "By Your Side" y "Lions" que aún siendo buenos no me emocionaban, PJ Harvey jamás haría otro "To Bring You My Love"... por diversas razones tampoco se podía confiar ya en valores seguros: Sepultura se vinieron abajo justo en su cima creativa, Slayer estaban estancados, ¿Pearl Jam?, ¿¿¿Metallica??? No fucking way! Sí, aparecían discos que no estaban mal, descubrí a los Allman Brothers, las conexiones a internet que teníamos entonces ya me permitían conseguir algunas cosillas que no pude encontrar antes, pero sea como sea yo estaba sin dirección, la música actual ya no me tenía en vilo, la gran mayoría de los discos terminaban por quemarse o por aburrirme y no significar nada al cabo de cierto tiempo, y creyendo descubierto y asimilado el rock de los 60's/70's que podía gustarme (pobre de mí, menos mal que me equivocaba), no sabía por dónde seguir explorando el pasado... ¿La música clásica, el jazz quizás? Lo cierto es que mi curiosidad y mi capacidad de ilusionarme estaban bajo mínimos, y supongo que mis circunstancias vitales jugaron un papel determinante en aquellos años, ya sabéis: tu primera relación seria no estaba cumpliendo las espectativas de aquella cosa maravillosa que creías que era el amor, te frustras buscando trabajo y te sientes como la mierda porque sospechas que estás conduciendo a tu vida hacia un triste cementerio de coches...

Y en estás llegó Down II. Al enterarme de que estaban de nuevo haciendo música las espectativas empezaron a crecer hasta límites insospechados. Las particulares circunstancias en que se gesta despiden un tufo a leyenda: un monstuo de 5 cabezas encerrado 28 días en un agujero siguiendo una estricta dieta a base de sustancias psicotrópicas... Zepp way of life! Recuerdo haber leído en el Popu la crítica que le dedicaban y parecía que mis esperanzas serían colmadas. Cuando por fin "Where I'm Going" bajó el primero del difunto Audiogalaxy al pc de un amigo y pude escucharlo mi sensación fue como, woooooooaaah... qué maravilla! Ese sonido viejo y vivo, como si estuviesen tocando delante mío, guitarras acústicas densas y oscuras y una interpretación sobervia de Phil Anselmo, me cortaban la respiración, no podía parar de escucharla una y otra vez. La sensación debe ser lo más cerca a estar bajo la lluvia o en medio de la niebla en un pantano de Louisiana. Además aquello se parecía mucho a lo que mi cabeza imaginaba y ansiaba escuchar por aquel tiempo (supongo que cualquier amante/freaky de la música sabe lo que es esa sensación), así que ya podéis imaginar cómo mi excitación crecía y crecía cada segundo.

Cuando por fin tuve el album en mis manos y dió comienzo el ritual, según avanzaba la épica "Lysergik Funeral Procession" yo rozaba el cielo. Un riff brutal, con un gancho tremendo, una base rítmica apoteósica, Anselmo cantando con furia una declaración de puro nihilismo: el opener perfecto... Pero a medida que transcurren las primeras canciones, una sensación extraña, incómoda, va creciendo dentro de mí. Me resulta muy difícil explicar qué es exactamante lo que falla, las canciones en general mantienen el nivel, sin embargo el espíritu de "A Bustle In Your Hedgerow..." ya no es el de "Nola". A este respecto pienso que se trata del mismo problema de siempre. Algo similar a lo que ocurre entre "Deliverance" y "Wiseblood" de COC, o entre "Dopes To Infinity" y "Powertrip" de Monster Magnet. Y a pesar de que soy de los que piensan que una banda debe evolucionar, no repetir esquemas, explorar sus potenciales y etcétera, cuando aparece un disco que por alguna razón te va agarrando despacio hasta conquistarte por completo, uno siempre espera con ansia el siguiente, y cuando este aparece, y a pesar de que considerado desde términos más o menos objetivos tenga una calidad indiscutible, no se ajusta a esas espectativas indefinibles, circunstanciales, a esas ansias de escuchar determinados patrones, o determinado sonido, la desilusión inicial es inevitable.


En "A Bustle..." Down es una banda muy diferente a la de "Nola". En mi poinión el agente crucial es Rex Brown, que sustituye a Todd Strange (realmente ocupa su vacío, porque fue Kirk Windstein quien se encargó de grabar el bajo en "Nola"), y como cabe esperar habida cuenta de las habilidades que Rex muestra en Pantera, ello no hace más que reforzar enormemente una base rítmica que en "Nola" recae prácticamente sobre Jimmy Bower. Ahora el sonido de bajo está al frente en la mezcla, la batería suena como el trueno: la base rítmica es infinitamente más poderosa. El resultado de esta nueva química es que Down se afila y se vuelve ultra heavy, y el sonido mucho más clásico de "Nola", más atractivo para mí, es historia.

El material es más rudo, mucho más pesado, y definitivamente hay un puñado de temas muy buenos: las propias "Lysergik Funeral Procession" y "Where I'm Going", las tremendas "Ghosts Along The Mississippi" y "New Orleans Is A Dying Whore", o el grandioso final de "Landing On The Mountains Of Meggido" que por si solo hace que todo el disco merezca la pena. Hay momentos curiosos: metal psicodélico (?!) en "Beautifully Depressed", "Stained Glass Cross" con ese hammond omnipresente, la torturada "Learn From My Mistake", o el onírico interludio... Y está el resto, que sin llegar a la categoría de filler hace cojear al conjunto y resultaría prescindible si no fuese porque hace que se mantenga una trementa cohesión. Los elementos característicos que hacen de Down un grupo tan especial siguen presentes: riffs que se superponen, guitarras que tejen densos licks, un cantante con un registro emocional variado y una solidez sin fisuras, y una base rítmica más que competente (y más hard rockera que metálica). En resumen, se trata de disco muy bueno que sin embargo palidece comparado con su predecesor, lo que quizá sea su mayor handicap.

Visto con perspectiva, cinco años después y tras la reciente publicación de "Over The Under", "A Bustle..." ya no es el disco que debía volarme la cabeza, se ha convertido en un buen artefacto para cuando tengo la necesidad de un viaje a ninguna parte... Una comparación que me viene a la cabeza podría ser el último disco de Alice In Chains. Como este, "A Bustle..." da la impresión de ser musicalmente muy variado, introspección y agresividad se suceden y realmente te mueven sin que parezca que haya nada fuera de su sitio, todo fluye con una naturalidad propia, pero tras decenas de escuchas siempre me queda la sensación de monotonía, y a diferencia de "Alice In Chains" aquí hay algo que parece que no acaba de encajar, como si el resultado de la suma de las partes siguiese una matemática maldita y no llegara al valor lógico esperado.

Sobre el conflicto tibetano

En una entrevista a James Petras aparecida en rebelion.org leo lo siguiente:

El Dalai Lama está trabajando con el gobierno norteamericano, en particular con la CIA, desde los años '50. Hay un libro publicado por una Universidad de Kansas, de un profesor experto en Tibet y un ex director operativo de la CIA que funcionaba en esta misma región, donde con mucho orgullo cuentan donde ellos financiaron el levantamiento del '58, aquella rebelión de los tibetanos y cuentan cuánto pagaban al Dalai Lama para dirigir y ampliar este levantamiento. Para nada es un pacifista, es un gran hipócrita. Cuando quemaron tiendas y mataron civiles chinos en el capital de Lhasa, no mencionan que los rebeldes utilizaron violencia bajo su dirección. Él se proclama pacifista, dialoguista, pero mientras recibe dinero del gobierno norteamericano, fomenta la violencia y después denuncia la respuesta del Estado defendiendo la propiedad y la vida de los chinos colonizados en el país. Hay que decir una cosa. La edad de mortalidad, los años de mortalidad antes de la reincorporación a China del Tibet, era 30 años. La gran mayoría de los campesinos eran siervos de los templos de los budistas. No existía ninguna libertad de expresión, ninguna capacidad de alimentar la familia. Era una sistema semi esclavo, semifeudal teocrático. Y después de los chinos no hay ninguna duda, de ninguna fuente internacional, que el standard de vida ha crecido geométricamente frente a lo que existía bajo el mando de la teocracia. Nunca habían elegido, vivían de la mistificación de los pobres y ahora no hay ningún tibetano que pueda decir que no vive mejor. Ahora, que los chinos utilizan mano dura, que han limitado algunas expresiones espirituales, es inaceptable. Pero de hecho, no es razón para tratar de provocar una crisis. Este levantamiento en este momento es una política de Estados Unidos de desprestigiar a China frente a los Juegos Olímpicos. Hay un sector en Washington, que son militaristas, en la Casa Blanca que están tomando esta medida para enojar a los chinos, presionarlos y provocarlos. Si China decide mañana tomar medidas de represalias y tira en el mercado algunos 500.000 millones de dólares norteamericanos, la economía norteamericana va a caer abruptamente. Deben tener cuidado porque China también tiene palancas para represalias, y hay un límite. Los chinos demuestran enorme paciencia frente a los levantamientos, violencia, provocaciones y acciones de desprestigio. Peor pueden ir demasiado lejos y los burócratas chinos pueden tomar una medida, un lockout sobre la economía norteamericana tan precaria, con un dólar tan debilitado en este momento. China que está apoyando a los EEUU en esta crisis, sin el apoyo de China, conservando dólares cada vez más debilitado, el futuro de la economía norteamericana va a las cenizas. Ojalá que vendan dólares. A pesar de que esto me va a empobrecer yo creo que se merece un golpe de este estilo para dar un poco de sensibilidad a los militarista norteamericanos a ver cómo van a funcionar cuando necesitan tres dólares para comprar un Euro.

No he contrastado los datos que aporta Petras, y no creo que lo haga. Políticamente, el Tíbet es muchas cosas, y entre ellas un cadáver que tras 50 años oliendo mal, interesa desenterrar ahora, y no me importa tanto como para dedicarle más tiempo. Me pregunto qué ocurriría si el Tíbet estuviese situado en la franja de Gaza. La parte de la fiesta que más me interesa no es la maniquea, sino las implicaciones del supuesto interés de los EEUU en algo así, que no pasa de ser un frente coyuntural en la lucha contra China para asegurarse un nuevo siglo de supremacía mundial. Creo que a falta de información contrastable, desde aquí lo único que se puede hacer es exigirla antes de aceptar la lógica del "y menos mal que Saddam Husein ha caído, hay un dictador menos en el mundo" ¿Se acuerdan? Pero la hora es grave, no están los fans de los Derechos Humanos peleando por la libertad de establecer franquicias de McDonnalds en territorio tibetano. Precisamente, creo.

El gobierno de EEUU y la oligarquía a la que protege no se caracterizan precisamente por su respeto a los Derechos Humanos. Más bien siguen esa filosofía protestante que tan capitalizables resultados produce: "el fin justifica los medios puesto que el éxito es la manifestación material de la aprobación divina".

Esta máxima (aún) carece de validez moral para muchas personas, pero la lógica de lo políticamente correcto, ese gran invento de finales del siglo XX, es un artificio que asegura el triunfo ante cualquier opinión pública.

Una de dos:

Una: por una vez no estamos hablando de un fin justificando un medio, sino de un fin justificado por un medio. "Los medios justifican el fin" ¿Sería menos culpable de robo alguien que para llevar a cabo más fácilmente su delito utilizase muestras de solidaridad y comprensión, y que aliviase materialmente a un tercero que tuviera problemas graves con su víctima, otro ladrón? Ante un único juicio permitido, que lejos de querer descubrir el delito de ambos presuntos ladrones, quisiera únicamente al más ladrón entre ambos, ¿quién llevaría las de ganar sin considerar más pruebas (de que no aparezcan más pruebas se encargarían los medios de comunicación a disposición de los acusados)? ¿Qué historial de presuntos robos quedaría limpio y cuál doblemente manchado por la sentencia?

Al fin y al cabo, la competitividad es un valor en alza, sólo puede quedar uno. Al fin y al cabo, ¿a quién le interesan los detalles? (¿A quién le interesa que no nos interesen?)

Dos: no sé cuán legítima es la autodeterminación del Tíbet. En lo que a mí respecta, cualquier colectividad, incluída la individual, tiene derecho automático a autodeterminarse siempre que sus determinaciones no coharten el derecho de autodeterminación de otra colectividad. Y también, el símbolo no es el objeto. Si es cierto lo que cuenta Petras sobre el trato de semiesclavitud al que estaba sometido el pueblo tibetano independiente bajo la teocracia budista, ¿qué legitimidad tiene el Dalai Lama para erigirse en representante del pueblo tibetano? ¿No sería mejor contar la verdad al mundo e impulsar un referendum para conocer la opinión del pueblo tibetano al respecto de su condición? Supongo que esto interesa tan poco al Gobierno Chino como, pongamos por caso, un referendum sobre la autodeterminación del País Vasco al Gobierno Español.

Va a ser que todos los colectivos son iguales, pero hay colectivos que son más iguales que otros. Todo depende de quién los patrocine y quién niegue sus derechos como colectivos.

Y también va a ser que todos los quienes son iguales, pero unos quienes más que otros. Todo depende del cristal con que nos hagan mirarlo los medios de comunicación de quien.