martes, 16 de octubre de 2007

Down I

Me prestaron "Nola" al poco de aparecer. Yo estaba de lleno en cosas como Soundgarden, Alice In Chains, Blind Melon, Screaming Trees, Faith No More, Red Hot Chili Peppers, Black Crowes, Monster Magnet, bla bla bla y demás buena mierda típicamente 90's... Mi corazoncito de metalhead adolescente, después de haber quemado (algunas literalmente) hasta la saciedad todas aquellas preciadas y escasas cintas de Iron Maiden, Metallica, Anthrax, Sepultura, Kreator, Death, Pestilence, Napalm Death, etc. estaba transformándose. A la vez que poseído por el grunge y el rock alternativo, lo que se llama un muchacho de su tiempo, vaya, ya estaba empezando a bucear en el pasado: las cintas de Led Zeppelin empezaban a ser revisitadas con una frecuencia creciente, los primeros Black Sabbath se iban haciendo enormes dentro de mí y estaba convirtiéndome en orgulloso poseedor de sus discos originales (difícil tarea encontrarlos en aquellos días, cuando aún no eran lo más de lo más), acababa de enterarme que había una cosa llamada British Invasion y me pasaba horas manchándome los dedos de polvo y dando el coñazo en los saldos en busca de cds (o cintas, o vinilos, lo que fuera) de los primeros Fleetwood Mac, de John Mayall, de Alexis Corner, los Yardbirds... De rebote me dió por investigar eso que se llama el Blues e iba descubriendo que Lightnin' Hopkins, Muddy Waters, John Lee Hooker, Leadbelly y sobre todo Robert Johnson me volaban la cabeza, aunque había otros "clásicos" que ni con calzador (por ejemplo el puto B.B. King). Y qué decir de los pioneros, Little Richard, Elvis, Eddie Cochran, Buddy Holly, Chuck Berry... Ahhh, definitivamente fueron tiempos de exhuberancia musical.

Seguramente aún sólo tenía "Far Beyond Driven", grabado en una cinta que aún conservo, de cromo eso sí (en aquel tiempo ese honor solía estar reservado para los que discos que por una u otra razón -casi nunca demasiado lógica- yo juzgaba importantes al momento de grabármelos). La relación que siempre he tenido con aquel artefacto es curiosa: a pesar de que cada escucha me epataba, nunca ha llegado a cansarme porque no he tenido la necesidad de recurrir a él (ni a Pantera) muy a menudo. Me encantan, y "Far Beyond Driven" es especial, porque fue lo primero que escuché de ellos y porque es una masacre, una jodida salvajada llena de buenísimas canciones interpretadas a la perfección, el disco en que para mí Pantera acabaron de definir su sonido. Pero qué vamos a hacer, por lo que sea no puedo decir que Pantera tengan un lugar importante dentro de mí. COC, concretamente "Deliverance", ya eran otra cosa. Tenía debilidad por aquel disco, muchísima. Aquellos riffs secos, oscuros y efectivos, los solos con sabor clásico, las melodías que cantaba Pepper, interludios instrumentales deliciosos... En fin, yo lo consideraba un disco redondo, insuperable, de eso sí que quería yo más.

Recuerdo haber visto "Nola" en una tienda a cojón de mico, esa portada sobria y amenazadora, el Jesucristo fumeta superguay de la contraportada, con aquella pegatina que lo vendía como el proyecto de Phil Anselmo y Pepper Keenan, y pensar "Ummmh, ¿me arriesgo?" Por aquel entonces, comprar un cd que no fuese serie media suponía pasarse el resto del mes racionando el tabaco y las cervezas, y había que elegir entre varias opciones, además del obligado capital reservado para las cintas. Vete a saber, quizá el presupuesto de aquel més lo gasté en Sonic Youth o mierda por el estilo. Algún espabilao se haría con él y yo no volví a verlo por las tiendas hasta unos cuantos años después. Bueno, tras esta introducción, para describir las circunstancias que rodean mi primer contacto con Down, a lo que iba: el colega de un colega me lo prestó, bajé a por una TDK de 60, fotocopié el artwork, lo grabé, y lo escuché algún día en el walkman sin esperar demasiado... y aquello sonaba cojonudo, joder que sí. Pero nada más (ni nada menos!)... De momento.

Como mi interés por el grunge y el rock alternativo, el descubrimiento de los grandiosos 70's, el blues y el rock and roll 50's ocupaban mi horizonte musical, la adicción a "Nola" se fue gestando lentamente, a base de escuchas casuales, cuando me acordaba de que existía. Las comparaciones con "Deliverance" fueron inmediatas, era básicamente ese maravilloso sonido que tanto me gustaba, pero en seguida "Nola" salió ganando por toneladas de puntos. Quizá no me resultase tan inmediato, pero esos riffs fumados, los complejos juegos de guitarras, la batería de Jim Bower, y el hecho de que Phil Anselmo no se dedicase sólo a berrear, sino también a cantar con... emoción, joder! de un modo que me ponía los pelos de punta, unas letras oscuras, enigmáticas, melancólicas, hacían que al acabar el reprise de "Bury Me In Smoke" estuviese tan flipado que simplemente daba la vuelta a la cinta para empezar de nuevo.


Una década después no me he cansado de "Nola", pertenece a esa rara categoría de discos que me sigue gustando tantísimo como esa vez en que por fin admites lo grande que es pero aún te faltan unas cuantas escuchas para tener la impresión de que te lo sabes de memoria. Aún sigue siendo no sólo mi disco favorito de entre todos los que he escuchado de los otros grupos de esos cinco tipos (por tirarme el moco y de paso poner en antecedentes al personal, a parte de Pantera, COC y los propios Down, Superjoint Ritual de Anselmo y Bower, Crowbar de Kirk Windstein, y Eyehategod y Mystick Krewe Of Clearlight de Bower), sino uno de los 10 discos de mi vida. Uno de esos a los que no les sobra ni falta nada, que es más que la suma de una colección de canciones absolutamente perfectas, uno de esos discos en los que la sensación de pérdida al acabar cualquiera de sus canciones se integra perfectamente con la emoción que crece cuando suenan los primeros segundos de la siguiente, de esos que milagrosamente no tienes nada que objetar a su producción (o casi, ese bajo...), porque te encanta. En fin, que podría deshacerme en elogios durante unos cuantos párrafos más hablando de cada una de sus canciones, de cantidad de momentos que soy capaz de escuchar en mi cabeza desde hace unos años, como cuando "Temptation's Wings" termina de arrancar, de los grandiosos riffs de "Lifer", de las guitarras en "Pillars Of Eternity" (qué cojones, en todas!), de como Phil Anselmo lo da todo en "Rehab", de la preciosa "Jail", del "Sweet Home Alabama" del metal que es "Stone The Crows", del final apoteósico de "Bury Me In Smoke"...

En su día el Popu lo defenestró con un miserable 4 arguyendo que eran una copia de Black Sabbath sin personalidad o algo así. Para mí no se trata simplemente de Black Sabbath... Sí, es ante todo el culto del riff todopoderoso, pero es mucho más que eso: son dos guitarras perfectamente compenetradas que esculpen riffs que se entrelazan armónicamente a la perfección, que se recrean en juegos solistas tan característicos de Thin Lizzy, interpretados con un espíritu deudor del más puro southern rock con algo más que una pizca de heavy metal; es un vocalista más que sobresaliente ofreciendo su interpretación más emotiva hasta la fecha, con un resultado que posee la proporción perfecta entre melodía y agresividad que necesita un disco como este; es un batería que apunta unas maneras originales y poderosas, que podría considerarse heredero del gran John Bonham; y sobre todo canciones enormes y llenas de emoción, que no suenan sino a Down y fluyen de un modo perfecto... Y para qué seguir, creo que llega un momento en que la música se explica por sí misma y las palabras empiezan a sobrar.

No hay comentarios: